Aprender a sanar los recuerdos y experiencias dolorosas tiene cada vez más importancia para el crecimiento espiritual.
Lo que no ha sido sanado, reconciliado, integrado en la historia personal, ejerce una gran influencia en nuestra vida seamos conscientes o no. Mientras estemos aferrados al sufrimiento con dificultad podemos ver nuestro destino tal y como es. Tampoco podemos conocer el plan de La Luz, de Dios para nuestra vida y desconocemos el propósito de todo lo que sucede en el camino de nuestra existencia. El dolor crea una brecha entre nosotros y los demás, entre nuestro interior y el exterior y, dentro de nosotros, sufrimos una fragmentación interna que mientras no se haga algo por conectar las diferentes partes de nuestro ser, permaneceremos en la incertidumbre y la frustración de no poder vivir la vida que realmente queremos.
Tich Nhat Hanh (quien falleció recientemente) insistía en la necesidad de volver a nosotros mismos cada vez que los miedos, las preocupaciones, la tristeza, los deseos y los recuerdos dolorosos se hicieran presentes en nuestra vida amenazando nuestra paz, tranquilidad y conexión interior. Una parte de nosotros suele conectarse con mucha facilidad con todo lo que resultó difícil, desesperanzador o doloroso en una etapa de nuestra vida. Esta parte no creció como lo hicieron las demás y, por esa razón, se dedica a sabotear nuestra vida y a buscar en el sufrimiento una forma de llamar nuestra atención. Todo lo que ignoramos de nuestro ser, no desaparece, sino que se ancla y pide insistentemente ser reconocido.
Esa parte de nosotros que sufre, que siempre se conecta con la dificultad y la impotencia es nuestro EGO. El EGO es el que da vida a los personajes interiores que nos sabotean, nos complican la existencia y observan la realidad desde la óptica de la separación, la dualidad y el juicio crítico. Cuando esa parte domina nuestra vida, también nos revela que estamos desconectados de nosotros mismos y por ende de Dios.
Nuestro EGO puede ser transformado y llevado a la verdad. Para lograrlo, es necesario que seamos compasivos al observarnos y busquemos caminos que nos permitan conectar con nuestra verdadera esencia, con nuestra divinidad, con nuestra alma.. Los verdaderos frutos del desarrollo personal se alcanzan desde la relación con la fuerza que trasciende todo lo que existe.
Una de las lealtades más grandes que guardamos en el corazón está relacionada con el pasado. Nos cuesta mucho desprendernos de las experiencias dolorosas. Quizás porque en su momento sirvieron para crear el mecanismo de supervivencia que nos ha mantenido “medianamente” sanos en las relaciones y en el mundo. Lamentablemente, observo a menudo como los procesos terapéuticos de muchas personas fracasan y son abandonados cuando llega el momento de tomar decisiones que van a sacar a la persona de la supervivencia, del dominio del Ego para vivir y caminar en la verdad. En esos momentos, aparece la voz del niño (a) interior abandonado y herido haciéndonos ver indefensos, impotentes, víctimas y, casi de inmediato, retrocedemos. Preferimos lo que nos ha brindado seguridad a una vida en coherencia con lo que realmente somos y queremos.
¿Qué significa SANAR? En el contexto del crecimiento y desarrollo del SER, consiste en reconciliarnos con nuestra historia personal, dejar a un lado los reproches sobre nuestros padres y cuidadores, abandonar nuestras expectativas sobre una vida diferente a la que tuvimos y, de manera especial, comprender que muchas de las dificultades que tuvimos que enfrentar tuvieron como protagonista más al Ego que a Dios. Hasta que vivimos un proceso de despertar de la consciencia, ignoramos el poder y alcance del Ego en nuestra vida y en la de quienes nos rodean. Sanar es la única forma de avanzar en la vida, de una forma diferente a la que hemos llevado hasta el momento.
Lo que no se sana, en lugar de ponerle fin al mal, lo extiende, y como consecuencia, el mundo interior termina desfigurado. Todos los conflictos que tenemos afuera en las diferentes áreas de la vida, en nuestras relaciones con los demás tienen su origen en el caos que habita en nuestro mundo interior cuando la voz de nuestro EGO es mucho más poderosa que la voz de nuestro SER REAL, de nuestra alma. Es por eso que si queremos que nuestra realidad cambié afuera necesitamos ir a solucionar adentro los asuntos pendientes que nos han marcado en nuestra historia y que nos han llevado a hacer una interpretación errada de la realidad y esa interpretación nos ha llevado a pensar, sentir y actuar de una determinada manera creyendo que de esta forma nos estamos “protegiendo” o “liberando” del dolor, pero nada más lejano de la verdad porque lo único que hacemos es generar más sufrimiento y alejarnos cada vez más de nuestro verdadero SER.
La sanación de nuestro mundo interior pasa por limpiar nuestra mente de creencias, paradigmas y pensamientos destructivos, sentir y liberar emociones y sentimientos reprimidos por mucho tiempo que nos anclan y nos enferman, cambiar hábitos y nuestra forma de actuar frente a diversas situaciones, ser conscientes de nuestro lenguaje y transformarlo haciendo uso del poder de la palabra para crear la realidad que queremos, limpiar, equilibrar y armonizar nuestra energía vital que se manifiesta en nuestros diferentes cuerpos energéticos y conectar con LA LUZ, con DIOS EN NOSOTROS a través de la meditación, la contemplación y el silencio interior.
Este es el camino que nos permite retornar a nuestra verdadera esencia y nos permite conectar con nuestra alma para revelar la Luz que cada uno viene a revelar en este plano. Porque todos venimos a vivir experiencias diferentes que nos ayudan a aprender para poder crecer y evolucionar como seres espirituales que somos.
Es de esta forma que dejamos a Dios, a La LUZ, SER a través de nosotros y cómo podemos experimentar la verdadera plenitud en nuestras vidas.
Linda Gracias por compartir tus reflexiones, es cierto la meditación me ha ayudado a conectar con mi esencia divina y a estar más en el momento présente. Muchas gracias por estar présente en mi vida y en la vida de muchas personas atravez de tus talleres .un abrazo
Gracias a ti hermosa por recibirme y permitirme aportarte a tu camino de crecimiento.
Mil gracias por esta información tan valiosa
con mucho amor, espero que sea valiosa y la puedas integrar a tu vida. Un abrazo
Me parece bien
me alegra que te guste este artículo